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domingo, 22 de febrero de 2015

El Amor Está Donde Menos Lo Esperas: Capítulo 2

Capítulo 2

Después de la larga ducha, ambas mujeres salieron y se vistieron cómodamente para desayunar. Fueron a la cocina y poco a poco, empezaron a preparar el desayuno.
Mientras Jane ponía el pan en la tostadora, exprimía el zumo y adecentaba la mesa para desayuna, Maura preparaba el café y cortaba fruta en un cuenco. Se dedicaban sonrisas y miradas cargadas de cariño, a lo que derivaba en caricias y besos en los labios.
Desayunaron en silencio mirando el periódico y mirando las noticias en la televisión. Después de desayunar, se vistieron y se fueron a correr un rato por el parque antes de ir a casa de Jane, donde las esperaba Ángela para comer.

Después de correr parte de la mañana, ambas mujeres se arreglaron y se fueron a asa de Jane, al entrar uno gritos provenientes del sofá de Jane, donde estaban sus dos hermanos viendo un partido de baseball. Al entrar, ninguno de los dos hermanos de Jane se percató de su llegada, salvo su madre quien saludo a las dos mujeres con entusiasmo.
- Hola chicas… - dijo Ángela desde la cocina mientras atendía la comida. – Llegáis justo a tiempo. – se separó un poco y les dio un beso a cada una.
- Mmmm – dijo Maura sentándose en la barra de la cocina. – Que bien huele, Ángela. ¿Qué estas cocinando?
Ángela sonrió mientras removía en la sartén.
- Un Risotto con setas… - dijo con orgullo Ángela. – Pero lo especial es que lleva la salsa secreta de la familia Rizzoli… - dijo con una sonrisa mirando a Maura. – Te va a encantar.
- Seguro que sí, Ángela. – dijo la doctora sonriendo. – Ya sabes que me encanta como cocinas.
Ambas mujeres sonrieron bajo la atenta mirada de Jane, que bebía una cerveza de la botella y le pasaba una copa de vino a Maura.
- ¿Vas a hacer la receta especial, mama? –dijo Jane mirando lo que estaba cocinando su madre.
- Si…
- Me tienes que he enseñar a hacerla… - dijo mientras trataba de coger un poco de comida. – Auch… - dijo cuando su madre le dio con la cuchara en la mano. – ¡Mama!
- No metas los dedos en la comida, Jane… - dijo Ángela riñéndola. – Espérate a que este ya en la mesa, no seas impaciente. Y te enseñare la receta cuando llegue el momento…
Maura rio ante la cara que puso Jane ante el golpe de su madre con la cuchara. A veces parecía una niña y eso es una de las cosas que la habían enamorado de ella.

Después de comer y pasar a tarde con la familia Rizzoli, Maura y Jane se sentaron en el sofá del apartamento de la morena una con una copa de vino y la otra con una cerveza. Miraban la televisión  distraídas una en los brazos de la otra.
Maura alzo la cabeza y miro a los ojos a Jane.
- Jane… ¿Por qué no nos vamos de vacaciones tu y yo por ahí...? – dijo con una sonrisa. – Sería estupendo…
- ¿Solas…? – dijo Jane mirando a la rubia.
- Si te apetece… - dijo Maura sin apartar los ojos de Jane.
- ¿Por qué no…? – dijo con una sonrisa mientras volvía su mirada a la pantalla de televisión.
- Muy bien…. – dijo con entusiasmo la forense. Se levantó del sofá quedándose sentada mirando a Jane. – Tenemos que elegir donde iremos…
Jane miro a la forense con una ceja levantada.
- ¿Ahora…? – dijo Jane mirándola.
-  Claro… - dijo con una sonrisa. – Si elegimos ahora el destino, tendremos más tiempo para disfrutar nosotras solas antes de volver al trabajo.
- Tienes razón… - dijo Jane bebiendo otra vez. – Y dime, ¿Dónde te apetece ir? Te advierto que no tengo mucho dinero…
- Eso no me importa, Jane… - dijo bebiendo de su copa de vino. – Además, pagaría yo…
- De eso nada… - dijo Jane mientras se incorporaba y la miraba. – Lo pago yo…
- ¿Y por qué lo pagarías tú, Jane? – dijo la rubia mirando a la morena.
- Yo... Yo… - Jane se quedó sin palabras. – Porque quiero tener un detalle contigo, Maura… - dijo finalmente. – Siempre estas invitándome. Quiero tener aunque sea un detalle contigo…
Maura sonrió a la detective.
- Jane, me sobra el dinero… - dijo con ternura. – Quiero gastarlo contigo, con nosotras… - Maura sonrió. - Además… Tú me das muchos detalles y me gustan…
Jane sonrió ante las palabras de Maura.
- Pero son tonterías que te podrías comprar tu… - dijo bebiendo la cerveza. _ Son tonterías…
Maura se acercó a la detective y le quito la botella.
- Para mí no son tonterías, Jane… - dijo acariciándole la mejilla. – Son muestras de nuestra historia juntas, de nuestra relación, de nuestro amor. Y me importan y me encanta, así que no voy a permitir que digas que esas pequeñas cosas que me das, como aquella entrada de aquel partido que fuimos a ver, o aquella entrada de cine donde nos besamos por primera vez, pienses que son tonterías. Porque para mí no lo son… - se acercó más a la detective. – Son muestras de amor, de tu amor hacia mí… Y las conservo y aprecio con gran cariño…- dijo esto último tan cerca de los labios de la morena, que Jane no se pudo resistir y la beso.
El beso fue acompañado de las caricias urgentes de parte de las dos, sobre los cuerpos de la otra, haciendo que ambas mujeres se estremecieran ante sus caricias.
Poco a poco, el beso fue subiendo, así como el deseo de sentir más piel de la que sentían en esos momentos. Se besaron con pasión mientras que sus manos se iban abriendo camino bajo sus ropas, haciéndose camino hacia su piel, quitándoselas para dejar el camino libre hacia sus pieles.
Los besos eran cada vez más urgentes y tras un momento de lucidez, se levantaron y fueron caminando como pudieron, si apartar sus bocas y sin dejar de acariciarse mutuamente, hacia la habitación de la morena.
Una vez allí, se empezaron a quitar la ropa, quedándose rápidamente desnudas, piel con piel. Se echaron en la cama y se empezaron a devorar la una a la otra.
Poco a poco se acariciaban lentamente, recorriendo el cuerpo de la otra, memorizándolo. Jane se separó de Maura lo justo para mirarla a los ojos.
- Te amo, Maura… - dijo con una media sonrisa, mientras se acomodaba encima de la doctora. – Eres todo mi mundo… - y tras decir esto, beso lentamente a Maura, moviéndose poco a poco encima de la doctora.
Maura gimió sobre los labios de la detective, mientras que le acariciaba el cuerpo lentamente, produciéndole a Jane varios escalofríos que le recorrieron la espalda.
Maura profundizo el beso, haciendo que Jane bajara una mano entre sus cuerpos, acariciando el vientre de la rubia, bajando hasta su sexo, donde lo acarició levemente, haciendo estremecer a la forense, quien se separó de sus labios para proferir un sonoro gemido.
Mientras tanto, los labios de Jane no paraban quietos y besaban el cuello de Maura, produciendo en la rubia gemidos sin parar.
- Jane… - susurro en el oído de la detective. – Mas, Jane...
Estas palabras encendieron a la detective, quien, de improviso, penetro a Maura con dos dedos, haciendo que la rubia se alzara por la intromisión de los de dos de la detective.
Jane sonrió sobre el cuello de la forense mientras movía rítmicamente los dedos dentro de Maura.
Maura apretó más a Jane atrayéndola a ella, haciendo que la detective se pegara a ella con una sonrisa.
- ¿Qué pasa Maura…? – dijo sonriendo sobre la piel de la forense.
- Jane, no seas mala… - dijo mientras atraía la cabeza de jane para besarla pasionalmente.
Beso que la detective devolvió con gusto con una sonrisa.
- Sé que te gusta… - dijo jane sobre los labios de Maura, mientras aumentaba el ritmo de las embestidas.
- Mmmm… - gimió Maura al corresponder a las penetraciones que Jane le daba. – Si, Jane… Más…
Jane sonrió otra vez sobre los labios de maura y aumento el ritmo de las embestidas mientras que con la otra mano masajeaba los pechos de Maura.
Poco a poco los besos de la detective bajaron, besándole el cuello a Maura, bajando por la clavícula, acabando en los pechos de Maura. Jane chupó los pezones de la doctora y después, con los dientes, los mordió produciendo en Maura un sonoro gemido que hizo temblar de placer los dos cuerpos desnudos de aquella habitación.
Con una rápida penetración, Jane hizo que Maura llegara en un sonoro orgasmo, que hizo temblar todo.
Jane se separó un poco de la doctora para poder verle la cara y sonrió al verla con los ojos cerrados y la boca ligeramente abierta.
- ¿Te encuentras bien, Maura…? - dijo Jane con una medio sonrisa en los labios.
Maura abrió los ojos y le sonrió a la detective.
- Sabes que me encanta cuando me haces esas cosas, Jane… – dijo con los  ojos llenos de placer. – Pero… Ahora me toca a mí…
Y tras decir esto, con un movimiento, se dio la vuelta, haciendo que Jane se quedara boca abajo y ella arriba, sonriéndola de lado.
Jane sonrió de lado al ver que había despertado esa parte de Maura que la volvía loca.
- Entonces… Te estoy esperando, Doctora Isles… - dijo en un susurro provocador.

Maura sonrió y beso rápidamente a la detective, haciendo que la detective gimiera de placer.

jueves, 29 de enero de 2015

El Amor Está Donde Menos Lo Esperas: Capítulo 1

Capítulo 1

Todo estaba tranquilo aquella mañana de sábado. Amanecía en la ciudad de Boston donde se avecinaba un día espléndido de verano.
En el piso de la morena detective de homicidios, Jane Rizzoli, se respiraba una calma poco habitual en aquellas horas de la mañana. La luz del amanecer de ese día de verano, el primero de las vacaciones para la detective, iluminaba todo el apartamento con un sol radiante. En la habitación de la morena, dos cuerpos se distinguían tirados desnudos en la cama, cubiertos solo con una sábana.
Una figura se movió en la cama, haciendo que la persona que estaba abrazada a su lado, se apretara más a la cintura con un suspiro.
La morena sonrió ante ese gesto y apretó más a la rubia que estaba entre sus brazos. Suspiro sin abrir los ojos y acomodándose en la cama, disfrutando del calor que el cuerpo desnudo de su acompañante le proporcionaba.
Poco a poco, la luz del día iba colándose por las rendijas de las persianas de la habitación de la morena, dándole el sol en plenos ojos.
La detective gruño ante el inesperado rayo de sol que se coló y le dio en plenos ojos, moviéndose para quitarse aquella molesta luz de los ojos.
Este movimiento hizo que la rubia que estaba abrazada a su cuerpo se moviera y protestara en sueños.
Abrió pesadamente los ojos y miró al techo de la habitación con una sonrisa. Hoy era su primer día de vacaciones. El de ella y el de la rubia que tena entre sus brazos. Todo un mes para disfrutarlo juntas.
Miró sobre su hombro a la rubia que tenía abrazada y con cuidado pasó su mano por la piel de la espalda desnuda de la forense.
Suspiro y se acomodó de nuevo en la cama, procurando que el sol no la molestara. Cuando ya estuvo juntas y cómodas, cerró los ojos y hundió la cara en el pelo de la forense con una sonrisa en los labios. Le encantaba esos momentos de tranquilidad en las que estaban ellas dos solas. En su mundo particular.
La mano que tenía en la espalda de la rubia, cada vez se atrevía a viajar más abajo, arrancándole suspiros a la doctora, que hacía tiempo estaba despierta, pero que no había abierto los ojos al encontrase tan a gusto entre los brazos de la morena.
- Mmmm… Jane… Como sigas así no saldremos de la cama… - dijo Maura apretándose más a la morena mientras sentía los labios de Jane recorrer su mejilla.
Jane sonrió contra la piel de la rubia y la estrecho más contra ella.
- ¿Y si ese es mi plan, Dra. Isles…? – dijo acariciándola ahora con las dos manos.
Maura sonrió ante la piel de la detective. Alzo la cabeza mientras abría los ojos y le sonreía.
- Pues le diría, Detective Rizzoli, que es un buen plan… - dijo mientras se alzaba encima de la morena y se acercaba a la cara, besándole el cuello.
Jane gimió ante los besos y caricias que Maura mientras ella acariciaba el cuerpo desnudo de la forense.
Sin poderlo resistir por más tiempo, Jane tumbo a Maura de espaldas en la cama y empezó a besar el cuello de la doctora, arrancando gemidos de su boca.
Acariciaba todo el cuerpo de la doctora mientras que besaba todo el cuello y la cara. Maura gemía ante las caricias y los besos que Jane le proporcionaba tan sabiamente la detective sonrió contra la piel de la doctora cuando sintió como se estremecía de placer ante las caricias y los besos.
Maura agarro la cabeza de Jane y la acerco para besarla con pasión en los labios. Jane sonrió sobre los labios de la doctora ante ese arrebato, se apretó más a ella mientras las manos de la detective acariciaban el cuerpo desnudo que había debajo de ella.
Suspiro ante las caricias que Maura le proporcionaba. Maura sonrió al ver que la detective se estremecía ante sus caricias.
- Dios, Maura… - dijo Jane mientras se acomodaba encima de la forense besándola desesperadamente sin poder acabar la frase.
Maura sonrió sobre los labios de Jane al ver como no podía acabar su frase.
- ¿Problemas para expresarse, Detective Rizzoli…? – dijo la forense separándose un poco para mirar a Jane a los ojos con una sonrisa en los labios.
Jane no respondió con palabras, pero si con acciones al besarla con más pasión. La forense sonrió sobre los labios de la detective, mientras que las manos de Jane recorrían todo el cuerpo desnudo de Maura mientras que esta suspiraba sobre los labios de Jane.
Jane bajo las manos, recorriendo la pierna de Maura, subiéndola hasta su cintura, acomodándose sobre el cuerpo de la doctora, arrancándole un gemido.
Pero esta acción quedo interrumpida por el sonido estridente del teléfono.
Maura se iba a incorporar para cogerlo, pero Jane se lo impidió.
- No lo cojas… - dijo mientras apartaba la mano del móvil y la ponía en su cadera.
- Jane, puede ser importante… - dijo Maura intentando coger el móvil.
- No… - dijo Jane con determinación y haciendo un movimiento, impidió que la forense alcanzase el móvil. – Estamos de vacaciones, nos merecemos este descanso, Maura…
Maura suspiro ante ese comentario, y es que Jane tenía razón, últimamente todas las comisarias, al ver el índice de casos resueltos satisfactoriamente, habían pedido consejo al equipo formado por Jane, Maura, Korsak y Frankie. A todo esto, la madre de los Rizzoli, Ángela, estaba más que orgullosa así como el Teniente Cavanaugh, que estaba orgulloso de su equipo de detectives.
El teléfono siguió sonando mientras que Jane daba placer a Maura, produciendo en la doctora oleadas de placer producidas por las caricias y besos de la detective.
Al poco rato, el teléfono dejo de sonar y una sonrisa se extendió por la cara de la detective.
- ¿Ves…? – dijo  mirando a la doctora con una sonrisa torcida. – Ya dejo de sonar…
- Pero podría a ver sido importante, Jane… - dijo Maura algo molesta.
Jane, ante toda discursión, volvió a besarla con más pasión si cabe arrancando varios gemidos a la forense, haciendo que cerrara los ojos de placer ante las caricias que la detective Rizzoli le proporcionaba a lo largo de todo el cuerpo de la doctora Maura Isles.
Pero eso duro poco, ya que otra vez, el móvil, empezó a sonar. Con desesperación, Jane gruño y se separó de Maura, haciendo que la doctora se incorporara lo suficiente para coger el móvil y contestar.
- Doctora Isles… - dijo mientras sonreía a una enfadada Jane. – Oh, hola Ángela…
Jane levantó la mirada y miro a los ojos a Maura.
- ¿Mi madre…? – dijo Jane en voz baja.
- Si… Si está aquí… - dijo mientras sonreía a Jane. – No… Anoche salimos y se quedó a dormir… Vale… Luego nos vemos… Adiós… - y colgó.
- ¿Qué quería mi madre…? – dijo Jane mientras besaba despacio el cuello de la doctora.
- Quería saber dónde estabas. – dijo mientras cerraba los ojos para disfrutar de las sensaciones que le hacia los besos de la detective. - Anoche apagaste el móvil y te ha estado llamando… - dijo mientras que un suspiro salía de sus labios.
- ¿Y qué quería la pesada de mi madre…? – dijo mientras volvía a besar el cuello de Maura.
- Quería saber dónde estabas y si estabas bien… – dijo mientras cerraba los ojos y disfrutaba de los besos de Jane.
- ¿Algo más…? – dijo mientras acariciaba el cuerpo de la doctora.
- Que nos pasáramos a comer… - dijo mientras acariciaba la espalda de Jane.
- Mmmm… - gimo Jane mientras sentía las manos de Maura. – No iremos… - dijo al final mientras besaba en los labios a Maura.
Maura se separó de Jane y la miro a los ojos.
- Claro que iremos… - dijo indignada. – Tu madre nos ha invitado...
- Diremos que estamos cansadas y que necesitamos dormir después de llegar tarde anoche… - dijo mientras se movía encima de Maura, haciendo que gimiera de placer.
- Pero Jane… - dijo Maura separándose. – Eso está mal, tu madre nos ha invitado y no podemos declinar su invitación con esa excusa. Además, a mí me apetece ir…
- Maura, es que no me apetece… - dijo mientras se quitaba de encima de Maura y se tumbaba de espaldas en la cama.
Maura se dio la vuelta y la miro con una sonrisa. Se acercó poco a poco a la detective, que miraba el techo con los brazos sobre la cabeza. Se acercó a jane y le empezó a acariciar la cara mientras se acercaba.
- Jane… - dijo mientras besaba el cuello de la detective. – Tenemos que ir… - la beso con pasión.
Jane le devolvió el beso pasando las manos por los costados de Maura, haciéndola estremecer. La detective puso encima de ella a la doctora, que se sentó sobre las piernas de Jane con un gemido de placer mientras la besaba con pasión y se apretaba más a ella.
- Vale, de acuerdo… - dijo por fin Jane separándose de Maura que la miraba con una sonrisa en los labios.- Siempre consigues lo que quieres… - dijo una Jane con el ceño fruncido.
Maura solo se limitó a sonreír y a levantarse.
- No sé de qué hablas… - dijo mientras se encaminaba al baño.
- ¿A dónde crees que vas…?- dijo mientras se incorporaba con los codos sobre la cama.
- A ducharme para poder ir a casa de tu madre… - dijo Maura mientras se introducía en el baño.
- A no… - dijo mientras se levantaba de un salto. – No me vas a dejar así… - dijo mientras se introducía en el baño detrás de Maura.
- ¿Qué haces Jane…? – dijo la doctora cuando vio cómo se introducía en la ducha con ella.

– Vamos a ducharnos juntas… - dijo sin más abriendo el grifo. – Y a acabar con lo que empezamos en la cama y no nos dejaron terminar… - dijo pasando las manos por las caderas de Maura atrayéndola hacia Jane, quien la beso con pasión mientras el agua caía sobre ellas, mojándolas y una sonrisa aparecía en los labios de Maura que agarro la cabeza de Jane para profundizar el beso…

sábado, 3 de enero de 2015

Bienvenidos a Boston

Bienvenidos a Boston…

Hola mis queridos amantes de la serie Rizzoli & Isles.

He creado este blog para poder poner aquí las historias que escribo sobre la serie Rizzoli & Isles.

Espero que las historias aquí escritas sean de vuestro agrado.

También subiré fotos, si queréis, la biografía de los protagonistas de esta fantástica serie.

Sin más, os dejo para que disfrutéis de otro blog dedicado a esta serie que, desde su estreno, nos tiene cautivados con su complicidad entre sus dos protagonistas, la morena detective de Boston, Jane Rizzoli, Angie Harmon, y la examinadora médica forense Maura Isles, Sasha Alexander.

Un saludo y espero que disfrutéis de corazón con estas historias que escribo con todo mi corazón.


Un gran beso a todos vosotros.....