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jueves, 29 de enero de 2015

El Amor Está Donde Menos Lo Esperas: Capítulo 1

Capítulo 1

Todo estaba tranquilo aquella mañana de sábado. Amanecía en la ciudad de Boston donde se avecinaba un día espléndido de verano.
En el piso de la morena detective de homicidios, Jane Rizzoli, se respiraba una calma poco habitual en aquellas horas de la mañana. La luz del amanecer de ese día de verano, el primero de las vacaciones para la detective, iluminaba todo el apartamento con un sol radiante. En la habitación de la morena, dos cuerpos se distinguían tirados desnudos en la cama, cubiertos solo con una sábana.
Una figura se movió en la cama, haciendo que la persona que estaba abrazada a su lado, se apretara más a la cintura con un suspiro.
La morena sonrió ante ese gesto y apretó más a la rubia que estaba entre sus brazos. Suspiro sin abrir los ojos y acomodándose en la cama, disfrutando del calor que el cuerpo desnudo de su acompañante le proporcionaba.
Poco a poco, la luz del día iba colándose por las rendijas de las persianas de la habitación de la morena, dándole el sol en plenos ojos.
La detective gruño ante el inesperado rayo de sol que se coló y le dio en plenos ojos, moviéndose para quitarse aquella molesta luz de los ojos.
Este movimiento hizo que la rubia que estaba abrazada a su cuerpo se moviera y protestara en sueños.
Abrió pesadamente los ojos y miró al techo de la habitación con una sonrisa. Hoy era su primer día de vacaciones. El de ella y el de la rubia que tena entre sus brazos. Todo un mes para disfrutarlo juntas.
Miró sobre su hombro a la rubia que tenía abrazada y con cuidado pasó su mano por la piel de la espalda desnuda de la forense.
Suspiro y se acomodó de nuevo en la cama, procurando que el sol no la molestara. Cuando ya estuvo juntas y cómodas, cerró los ojos y hundió la cara en el pelo de la forense con una sonrisa en los labios. Le encantaba esos momentos de tranquilidad en las que estaban ellas dos solas. En su mundo particular.
La mano que tenía en la espalda de la rubia, cada vez se atrevía a viajar más abajo, arrancándole suspiros a la doctora, que hacía tiempo estaba despierta, pero que no había abierto los ojos al encontrase tan a gusto entre los brazos de la morena.
- Mmmm… Jane… Como sigas así no saldremos de la cama… - dijo Maura apretándose más a la morena mientras sentía los labios de Jane recorrer su mejilla.
Jane sonrió contra la piel de la rubia y la estrecho más contra ella.
- ¿Y si ese es mi plan, Dra. Isles…? – dijo acariciándola ahora con las dos manos.
Maura sonrió ante la piel de la detective. Alzo la cabeza mientras abría los ojos y le sonreía.
- Pues le diría, Detective Rizzoli, que es un buen plan… - dijo mientras se alzaba encima de la morena y se acercaba a la cara, besándole el cuello.
Jane gimió ante los besos y caricias que Maura mientras ella acariciaba el cuerpo desnudo de la forense.
Sin poderlo resistir por más tiempo, Jane tumbo a Maura de espaldas en la cama y empezó a besar el cuello de la doctora, arrancando gemidos de su boca.
Acariciaba todo el cuerpo de la doctora mientras que besaba todo el cuello y la cara. Maura gemía ante las caricias y los besos que Jane le proporcionaba tan sabiamente la detective sonrió contra la piel de la doctora cuando sintió como se estremecía de placer ante las caricias y los besos.
Maura agarro la cabeza de Jane y la acerco para besarla con pasión en los labios. Jane sonrió sobre los labios de la doctora ante ese arrebato, se apretó más a ella mientras las manos de la detective acariciaban el cuerpo desnudo que había debajo de ella.
Suspiro ante las caricias que Maura le proporcionaba. Maura sonrió al ver que la detective se estremecía ante sus caricias.
- Dios, Maura… - dijo Jane mientras se acomodaba encima de la forense besándola desesperadamente sin poder acabar la frase.
Maura sonrió sobre los labios de Jane al ver como no podía acabar su frase.
- ¿Problemas para expresarse, Detective Rizzoli…? – dijo la forense separándose un poco para mirar a Jane a los ojos con una sonrisa en los labios.
Jane no respondió con palabras, pero si con acciones al besarla con más pasión. La forense sonrió sobre los labios de la detective, mientras que las manos de Jane recorrían todo el cuerpo desnudo de Maura mientras que esta suspiraba sobre los labios de Jane.
Jane bajo las manos, recorriendo la pierna de Maura, subiéndola hasta su cintura, acomodándose sobre el cuerpo de la doctora, arrancándole un gemido.
Pero esta acción quedo interrumpida por el sonido estridente del teléfono.
Maura se iba a incorporar para cogerlo, pero Jane se lo impidió.
- No lo cojas… - dijo mientras apartaba la mano del móvil y la ponía en su cadera.
- Jane, puede ser importante… - dijo Maura intentando coger el móvil.
- No… - dijo Jane con determinación y haciendo un movimiento, impidió que la forense alcanzase el móvil. – Estamos de vacaciones, nos merecemos este descanso, Maura…
Maura suspiro ante ese comentario, y es que Jane tenía razón, últimamente todas las comisarias, al ver el índice de casos resueltos satisfactoriamente, habían pedido consejo al equipo formado por Jane, Maura, Korsak y Frankie. A todo esto, la madre de los Rizzoli, Ángela, estaba más que orgullosa así como el Teniente Cavanaugh, que estaba orgulloso de su equipo de detectives.
El teléfono siguió sonando mientras que Jane daba placer a Maura, produciendo en la doctora oleadas de placer producidas por las caricias y besos de la detective.
Al poco rato, el teléfono dejo de sonar y una sonrisa se extendió por la cara de la detective.
- ¿Ves…? – dijo  mirando a la doctora con una sonrisa torcida. – Ya dejo de sonar…
- Pero podría a ver sido importante, Jane… - dijo Maura algo molesta.
Jane, ante toda discursión, volvió a besarla con más pasión si cabe arrancando varios gemidos a la forense, haciendo que cerrara los ojos de placer ante las caricias que la detective Rizzoli le proporcionaba a lo largo de todo el cuerpo de la doctora Maura Isles.
Pero eso duro poco, ya que otra vez, el móvil, empezó a sonar. Con desesperación, Jane gruño y se separó de Maura, haciendo que la doctora se incorporara lo suficiente para coger el móvil y contestar.
- Doctora Isles… - dijo mientras sonreía a una enfadada Jane. – Oh, hola Ángela…
Jane levantó la mirada y miro a los ojos a Maura.
- ¿Mi madre…? – dijo Jane en voz baja.
- Si… Si está aquí… - dijo mientras sonreía a Jane. – No… Anoche salimos y se quedó a dormir… Vale… Luego nos vemos… Adiós… - y colgó.
- ¿Qué quería mi madre…? – dijo Jane mientras besaba despacio el cuello de la doctora.
- Quería saber dónde estabas. – dijo mientras cerraba los ojos para disfrutar de las sensaciones que le hacia los besos de la detective. - Anoche apagaste el móvil y te ha estado llamando… - dijo mientras que un suspiro salía de sus labios.
- ¿Y qué quería la pesada de mi madre…? – dijo mientras volvía a besar el cuello de Maura.
- Quería saber dónde estabas y si estabas bien… – dijo mientras cerraba los ojos y disfrutaba de los besos de Jane.
- ¿Algo más…? – dijo mientras acariciaba el cuerpo de la doctora.
- Que nos pasáramos a comer… - dijo mientras acariciaba la espalda de Jane.
- Mmmm… - gimo Jane mientras sentía las manos de Maura. – No iremos… - dijo al final mientras besaba en los labios a Maura.
Maura se separó de Jane y la miro a los ojos.
- Claro que iremos… - dijo indignada. – Tu madre nos ha invitado...
- Diremos que estamos cansadas y que necesitamos dormir después de llegar tarde anoche… - dijo mientras se movía encima de Maura, haciendo que gimiera de placer.
- Pero Jane… - dijo Maura separándose. – Eso está mal, tu madre nos ha invitado y no podemos declinar su invitación con esa excusa. Además, a mí me apetece ir…
- Maura, es que no me apetece… - dijo mientras se quitaba de encima de Maura y se tumbaba de espaldas en la cama.
Maura se dio la vuelta y la miro con una sonrisa. Se acercó poco a poco a la detective, que miraba el techo con los brazos sobre la cabeza. Se acercó a jane y le empezó a acariciar la cara mientras se acercaba.
- Jane… - dijo mientras besaba el cuello de la detective. – Tenemos que ir… - la beso con pasión.
Jane le devolvió el beso pasando las manos por los costados de Maura, haciéndola estremecer. La detective puso encima de ella a la doctora, que se sentó sobre las piernas de Jane con un gemido de placer mientras la besaba con pasión y se apretaba más a ella.
- Vale, de acuerdo… - dijo por fin Jane separándose de Maura que la miraba con una sonrisa en los labios.- Siempre consigues lo que quieres… - dijo una Jane con el ceño fruncido.
Maura solo se limitó a sonreír y a levantarse.
- No sé de qué hablas… - dijo mientras se encaminaba al baño.
- ¿A dónde crees que vas…?- dijo mientras se incorporaba con los codos sobre la cama.
- A ducharme para poder ir a casa de tu madre… - dijo Maura mientras se introducía en el baño.
- A no… - dijo mientras se levantaba de un salto. – No me vas a dejar así… - dijo mientras se introducía en el baño detrás de Maura.
- ¿Qué haces Jane…? – dijo la doctora cuando vio cómo se introducía en la ducha con ella.

– Vamos a ducharnos juntas… - dijo sin más abriendo el grifo. – Y a acabar con lo que empezamos en la cama y no nos dejaron terminar… - dijo pasando las manos por las caderas de Maura atrayéndola hacia Jane, quien la beso con pasión mientras el agua caía sobre ellas, mojándolas y una sonrisa aparecía en los labios de Maura que agarro la cabeza de Jane para profundizar el beso…

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