Capítulo 1
Todo estaba
tranquilo aquella mañana de sábado. Amanecía en la ciudad de Boston donde se
avecinaba un día espléndido de verano.
En el piso de la
morena detective de homicidios, Jane Rizzoli, se respiraba una calma poco
habitual en aquellas horas de la mañana. La luz del amanecer de ese día de
verano, el primero de las vacaciones para la detective, iluminaba todo el
apartamento con un sol radiante. En la habitación de la morena, dos cuerpos se
distinguían tirados desnudos en la cama, cubiertos solo con una sábana.
Una figura se
movió en la cama, haciendo que la persona que estaba abrazada a su lado, se
apretara más a la cintura con un suspiro.
La morena sonrió ante ese gesto y apretó más a la rubia que
estaba entre sus brazos. Suspiro sin abrir los ojos y acomodándose en la cama,
disfrutando del calor que el cuerpo desnudo de su acompañante le proporcionaba.
Poco a poco, la
luz del día iba colándose por las rendijas de las persianas de la habitación de
la morena, dándole el sol en plenos ojos.
La detective gruño
ante el inesperado rayo de sol que se coló y le dio en plenos ojos, moviéndose
para quitarse aquella molesta luz de los ojos.
Este movimiento
hizo que la rubia que estaba abrazada a su cuerpo se moviera y protestara en
sueños.
Abrió pesadamente los
ojos y miró al techo de la habitación con una sonrisa. Hoy era su primer día de
vacaciones. El de ella y el de la rubia que tena entre sus brazos. Todo un mes
para disfrutarlo juntas.
Miró sobre su
hombro a la rubia que tenía abrazada y con cuidado pasó su mano por la piel de
la espalda desnuda de la forense.
Suspiro y se
acomodó de nuevo en la cama, procurando que el sol no la molestara. Cuando ya
estuvo juntas y cómodas, cerró los ojos y hundió la cara en el pelo de la
forense con una sonrisa en los labios. Le encantaba esos momentos de
tranquilidad en las que estaban ellas dos solas. En su mundo particular.
La mano que tenía
en la espalda de la rubia, cada vez se atrevía a viajar más abajo, arrancándole
suspiros a la doctora, que hacía tiempo estaba despierta, pero que no había abierto
los ojos al encontrase tan a gusto entre los brazos de la morena.
- Mmmm… Jane… Como
sigas así no saldremos de la cama… - dijo Maura apretándose más a la morena
mientras sentía los labios de Jane recorrer su mejilla.
Jane sonrió contra
la piel de la rubia y la estrecho más contra ella.
- ¿Y si ese es mi
plan, Dra. Isles…? – dijo acariciándola ahora con las dos manos.
Maura sonrió ante
la piel de la detective. Alzo la cabeza mientras abría los ojos y le sonreía.
- Pues le diría,
Detective Rizzoli, que es un buen plan… - dijo mientras se alzaba encima de la
morena y se acercaba a la cara, besándole el cuello.
Jane gimió ante
los besos y caricias que Maura mientras ella acariciaba el cuerpo desnudo de la
forense.
Sin poderlo
resistir por más tiempo, Jane tumbo a Maura de espaldas en la cama y empezó a
besar el cuello de la doctora, arrancando gemidos de su boca.
Acariciaba todo el
cuerpo de la doctora mientras que besaba todo el cuello y la cara. Maura gemía
ante las caricias y los besos que Jane le proporcionaba tan sabiamente la
detective sonrió contra la piel de la doctora cuando sintió como se estremecía de
placer ante las caricias y los besos.
Maura agarro la
cabeza de Jane y la acerco para besarla con pasión en los labios. Jane sonrió sobre
los labios de la doctora ante ese arrebato, se apretó más a ella mientras las
manos de la detective acariciaban el cuerpo desnudo que había debajo de ella.
Suspiro ante las
caricias que Maura le proporcionaba. Maura sonrió al ver que la detective se
estremecía ante sus caricias.
- Dios, Maura… -
dijo Jane mientras se acomodaba encima de la forense besándola desesperadamente
sin poder acabar la frase.
Maura sonrió sobre
los labios de Jane al ver como no podía acabar su frase.
- ¿Problemas para
expresarse, Detective Rizzoli…? – dijo la forense separándose un poco para
mirar a Jane a los ojos con una sonrisa en los labios.
Jane no respondió
con palabras, pero si con acciones al besarla con más pasión. La forense sonrió
sobre los labios de la detective, mientras que las manos de Jane recorrían todo
el cuerpo desnudo de Maura mientras que esta suspiraba sobre los labios de
Jane.
Jane bajo las
manos, recorriendo la pierna de Maura, subiéndola hasta su cintura,
acomodándose sobre el cuerpo de la doctora, arrancándole un gemido.
Pero esta acción
quedo interrumpida por el sonido estridente del teléfono.
Maura se iba a
incorporar para cogerlo, pero Jane se lo impidió.
- No lo cojas… -
dijo mientras apartaba la mano del móvil y la ponía en su cadera.
- Jane, puede ser
importante… - dijo Maura intentando coger el móvil.
- No… - dijo Jane
con determinación y haciendo un movimiento, impidió que la forense alcanzase el
móvil. – Estamos de vacaciones, nos merecemos este descanso, Maura…
Maura suspiro ante
ese comentario, y es que Jane tenía razón, últimamente todas las comisarias, al
ver el índice de casos resueltos satisfactoriamente, habían pedido consejo al
equipo formado por Jane, Maura, Korsak
y Frankie. A todo esto, la madre de los Rizzoli, Ángela, estaba más que orgullosa
así como el Teniente Cavanaugh, que estaba orgulloso de su equipo de
detectives.
El teléfono siguió
sonando mientras que Jane daba placer a Maura, produciendo en la doctora
oleadas de placer producidas por las caricias y besos de la detective.
Al poco rato, el
teléfono dejo de sonar y una sonrisa se extendió por la cara de la detective.
- ¿Ves…? –
dijo mirando a la doctora con una
sonrisa torcida. – Ya dejo de sonar…
- Pero podría a
ver sido importante, Jane… - dijo Maura algo molesta.
Jane, ante toda
discursión, volvió a besarla con más pasión si cabe arrancando varios gemidos a
la forense, haciendo que cerrara los ojos de placer ante las caricias que la
detective Rizzoli le proporcionaba a lo largo de todo el cuerpo de la doctora
Maura Isles.
Pero eso duro
poco, ya que otra vez, el móvil, empezó a sonar. Con desesperación, Jane gruño
y se separó de Maura, haciendo que la doctora se incorporara lo suficiente para
coger el móvil y contestar.
- Doctora Isles… -
dijo mientras sonreía a una enfadada Jane. – Oh, hola Ángela…
Jane levantó la
mirada y miro a los ojos a Maura.
- ¿Mi madre…? –
dijo Jane en voz baja.
- Si… Si está
aquí… - dijo mientras sonreía a Jane. – No… Anoche salimos y se quedó a dormir…
Vale… Luego nos vemos… Adiós… - y colgó.
- ¿Qué quería mi
madre…? – dijo Jane mientras besaba despacio el cuello de la doctora.
- Quería saber
dónde estabas. – dijo mientras cerraba los ojos para disfrutar de las
sensaciones que le hacia los besos de la detective. - Anoche apagaste el móvil
y te ha estado llamando… - dijo mientras que un suspiro salía de sus labios.
- ¿Y qué quería la
pesada de mi madre…? – dijo mientras volvía a besar el cuello de Maura.
- Quería saber
dónde estabas y si estabas bien… – dijo mientras cerraba los ojos y disfrutaba
de los besos de Jane.
- ¿Algo más…? –
dijo mientras acariciaba el cuerpo de la doctora.
- Que nos
pasáramos a comer… - dijo mientras acariciaba la espalda de Jane.
- Mmmm… - gimo
Jane mientras sentía las manos de Maura. – No iremos… - dijo al final mientras
besaba en los labios a Maura.
Maura se separó de
Jane y la miro a los ojos.
- Claro que
iremos… - dijo indignada. – Tu madre nos ha invitado...
- Diremos que
estamos cansadas y que necesitamos dormir después de llegar tarde anoche… -
dijo mientras se movía encima de Maura, haciendo que gimiera de placer.
- Pero Jane… -
dijo Maura separándose. – Eso está mal, tu madre nos ha invitado y no podemos
declinar su invitación con esa excusa. Además, a mí me apetece ir…
- Maura, es que no
me apetece… - dijo mientras se quitaba de encima de Maura y se tumbaba de
espaldas en la cama.
Maura se dio la
vuelta y la miro con una sonrisa. Se acercó poco a poco a la detective, que
miraba el techo con los brazos sobre la cabeza. Se acercó a jane y le empezó a
acariciar la cara mientras se acercaba.
- Jane… - dijo
mientras besaba el cuello de la detective. – Tenemos que ir… - la beso con
pasión.
Jane le devolvió
el beso pasando las manos por los costados de Maura, haciéndola estremecer. La
detective puso encima de ella a la doctora, que se sentó sobre las piernas de
Jane con un gemido de placer mientras la besaba con pasión y se apretaba más a
ella.
- Vale, de acuerdo…
- dijo por fin Jane separándose de Maura que la miraba con una sonrisa en los
labios.- Siempre consigues lo que quieres… - dijo una Jane con el ceño
fruncido.
Maura solo se
limitó a sonreír y a levantarse.
- No sé de qué
hablas… - dijo mientras se encaminaba al baño.
- ¿A dónde crees
que vas…?- dijo mientras se incorporaba con los codos sobre la cama.
- A ducharme para
poder ir a casa de tu madre… - dijo Maura mientras se introducía en el baño.
- A no… - dijo
mientras se levantaba de un salto. – No me vas a dejar así… - dijo mientras se
introducía en el baño detrás de Maura.
-
¿Qué haces Jane…? – dijo la doctora cuando vio cómo se introducía en la ducha
con ella.
–
Vamos a ducharnos juntas… - dijo sin más abriendo el grifo. – Y a acabar con lo
que empezamos en la cama y no nos dejaron terminar… - dijo pasando las manos
por las caderas de Maura atrayéndola hacia Jane, quien la beso con pasión
mientras el agua caía sobre ellas, mojándolas y una sonrisa aparecía en los
labios de Maura que agarro la cabeza de Jane para profundizar el beso…